Durante el último encuentro que tuvimos con ella en su casa, pudimos verla trabajar mientras, alegre y orgullosa, contestaba nuestras preguntas:
¿Para qué te ha servido el microcrédito?
Principalmente para comprar materiales y herramientas que necesitaba como la batidora.
¿Cómo te ha ayudado el emprendimiento?
Económicamente mucho, ahora no me falta para comer, siempre tengo. Aparte es algo que me gusta, estudié dos años porque siempre me gustó.
¿Cómo ves al grupo?
Yo no voy nunca los sábados... (risas), veo que esta sólido, cumplimos todos los sábados con las cuotas, cumplimos con lo que nos comprometimos.
¿Te parece que el grupo sirve, te ayudó?
No he tenido problemas con ninguna, los problemas personales son aparte.
¿Cómo ves el emprendimiento?
Ya lo estaba haciendo, pero hacía menos cosas, ahora con el microcrédito puedo hacer más.
Vos también trabajas ensobrando, ¿Cómo lo comparas con el emprendimiento?
Me conviene trabajar en el emprendimiento por el tiempo y la plata, también porque me puedo quedar en mi casa. Pero también voy a ensobrar para cambiar de actividad y no hartarme. No he podido subir mucho los precios, porque acá en la villa se hace difícil, aunque las cosas me las sacan de las manos. Todo sube, el gas y
todo lo que uso.
¿Qué te parece la metodología?
Es súper liviana, yo me la hago pesada porque me dejo estar con las cuotas.
¿Cómo ve tu familia el emprendimiento?
El emprendimiento es familiar, yo hago las cosas pero todos somos parte. Mi familia lo tomó bien, me apoyaron, eso me ayudó mucho. Se hizo más fácil porque ya lo venía haciendo.
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