domingo, 20 de diciembre de 2009

Pesebres

Hace algunos años atrás, un grupo de jóvenes misioneros visitamos un hogar en el que vivían 100 niños y niñas que había sido abandonados y dejados en manos del Estado. Se acercaba la época de las fiestas y los niños del hogar iban a escuchar por primera vez la historia tradicional de Navidad. Les contamos acerca de María y José llegando a Belén, de cómo no encontraron lugar en las posadas por lo que debieron ir a un establo donde finalmente el Niño Jesús nació y fue puesto en un pesebre.

A lo largo de la historia los chicos no podían contener su asombro. Una vez terminada, le dimos a los chicos tres pequeños trozos de cartón para que hicieran un pesebre. A cada uno se le dio un cuadrito de papel cortado de unas servilletas amarillas. Siguiendo las instrucciones cortaron y doblaron el papel cuidadosamente, colocando las tiras como pajas. Unos pequeños cuadritos de franela, cortados de unos viejos trapos fueron usados para hacerle la manta al bebé. De un fieltro marrón cortaron la figura de un bebé. Mientras los niños armaban sus pesebres, yo caminaba entre ellos para ver si necesitaban alguna ayuda. Así llegué donde el pequeño Mateo estaba sentado. Parecía tener unos seis años y había terminado su trabajo. Cuando miré el pesebre quedé sorprendida al no ver un solo niño dentro de él sino dos. Le pregunté, entonces, por qué había dos bebés un ese pesebre. Mateo cruzó los brazos y observando su trabajo comenzó a repetir la historia muy seriamente. Para ser el relato de un niño que había escuchado la historia de Navidad una sola vez estaba muy bien. Cuando Mateo llegó a la parte donde María pone al bebé en el pesebre, empezó a contarme su propio final para la historia y dijo:

– Y cuando María dejó al bebé en el pesebre, Jesús me miró y me preguntó si yo tenía un lugar para estar. Yo le dije que no tenía ni mamá ni papá, ni tampoco un hogar. Entonces Jesús me dijo que yo podía estar allí con Él. Le dije que no porque no tenía ningún regalo para darle. Pero yo quería quedarme con Jesús, entonces pensé qué cosa tenía que pudiera darle a Él como regalo. Se me ocurrió que un buen regalo podía ser darle calor. Por eso le pregunté a Jesús: ¿si te doy calor, ese sería un buen regalo para ti? Y Jesús me dijo: ese sería el mejor regalo que jamás haya recibido. Por eso me metí dentro del pesebre y Jesús me miró y me dijo que podía quedarme allí para siempre.

Cuando el pequeño Mateo terminó su historia, sus ojitos brillaban llenos de lágrimas empapando sus mejillas. Se tapó la cara, agachó la cabeza sobre la mesa y sus hombros comenzaron a sacudirse en un llanto profundo, hasta que finalmente, mirando de nuevo su pesebre, sonrió. El pequeño Mateo había encontrado a alguien que jamás lo abandonaría ¡Alguien que estaría con él para siempre!. Y yo aprendí que no son las cosas que tienes en tu vida lo que cuenta sino a quienes tienes, lo que verdaderamente importa.

Nora Enecoiz




lunes, 29 de junio de 2009

ATRACCIÓN POR CINCO

Carla Cuello fué una de las primeras mujeres que comenzó con la Fundación en Villa la Tela y fue la primer mujer a la cual se le aprobó el proyecto. Su nuevo trabajo es de encargada de una verdulería/ despensa que instaló en su casa. Charlamos con ella y esto fué lo que nos contó:

¿Cómo se encuentra funcionando actualmente su negocio?
Bien, no es el mejor momento de la situación general, pero desde el momento en que pude reponer mercadería e ir sacando algo de dinero para gastos propios significa que funciona.

¿Cómo cree que influyó el microcrédito en tu negocio?
A través del microcrédito pude agregar a mi negocio más mercadería, incluyendo golosinas y otros artículos que actualmente se estan vendiendo bien y además puedo organizar la administración del negocio a través de planillas, pudiendo saber cuánto gasto y cuánto ingreso tengo.

¿Cuál es su idea para el futuro?
Me gustaría comenzar a vender lacteos, fiambres y fideos sueltos, pienso comprar una heladera exhibidora, también podría comenzar a vender comidas para llevar. En los últimos días pude comprar un carrito para trasladar la bebida en la bicicleta.

¿Le gustaría continuar trabajando con la Fundación?
Me gustaría seguir trabajando con la Fundación y aunque existe la posibilidad de que me vaya del barrio continuaría viniendo porque me gusta la relación que existe entre la Fundación y las emprendedoras. Y siento que el impulso que me dió la Fundación fue muy importante y valoro el compromiso entendiendo que ese compromiso es mutuo de los miembros de la Fundación y de las emprendedoras.

¿Un mensaje para una mujer que no conoce Río Suena?
Que se acerque dispuesta a comprometerse y que de ese modo podrá aprender a tener un negocio y tener a mano un ingreso en su casa, también podrá conocer un grupo de gente nueva y entablar una linda relación.

Qué opina...

Encadenados al valor

“Los jóvenes queremos otra argentina y no vamos a esperar a los 50 para hacer algo por nuestro país”.
Todos, somos el presente y tenemos el futuro en nuestras manos. El momento de trabajar y comprometerse es hoy. El tiempo y la historia nos han demostrado que venimos haciendo mal los deberes, no los individuales, sino los de ciudadanos. Tanto nos hemos concentrado en como crecer que se nos olvido pensar como íbamos a cuidar a nuestro país.
Sumado a esto, las estructuras sobre las que funcionamos se han encargado de mantenernos separados y de marcar las diferencias, en lugar de mostrar los puntos en común y el potencial que podríamos alcanzar.
Hoy lo importante es haber encontrado un punto de partida, la JUCA, un espacio donde los objetivos comunes, los valores y el trabajo son el motor de nuestras decisiones y actividades.
El trabajo en equipo, el disenso constructivo y el complemento son capacidades que buscamos desarrollar y son los pilares sobre los que tendremos que apoyarnos si realmente queremos un país con muchas cabezas pero una sola voz, con muchos corazones, pero un solo latir. Debemos darnos cuenta de que las cosas que se hacen bien, salen bien. Que las cosas bien hechas no tienen ideologías, simplemente funcionan, para unos, para otros, funcionan para todos. Debemos ver al mundo con los ojos bien abiertos, comenzar a descubrir los dogmas que ya no funcionan, los mitos que se llevó el tiempo y ser artífices del nacimiento de nuevos paradigmas.
Somos parte de la sociedad y nos debemos a ésta. Somos una juventud formada por los más diversos sectores sociales. Tenemos ideas y sueños puros, llenos de esperanza. Tenemos ideales fuertes, nos motiva la unión, nos llama el trabajo. Tenemos el legado recibido de la experiencia de nuestros mayores y creemos en el amor. No vamos a esperar hasta los 50 para ser ciudadanos. Conocemos nuestros derechos como jóvenes protagonistas y nos comprometemos con nuestras obligaciones. No podemos esperar que las cosas cambien, tenemos que cambiar nuestra forma de pensar y darnos cuenta que con acciones pequeñas y concretas podemos ayudar a que cada vez más argentinos nos demos cuenta que el poder esta en nuestras manos.
No vamos a esperar hasta los 50 para comprometernos. Es por esto que debemos asumir el desafío de consolidar aquellos valores que permitan construir un nuevo país, basado en el dialogo y la cooperación, respetando las diferencias y fomentando el trabajo en equipo. Para esto queremos trabajar, aportar y participar. Queremos integrar un proyecto que se base, se sustente y apunte al bien común porque creemos firmemente que un modelo de país de desarrollo común
es posible.

María Herminia Rabasedas - Ateneo CARTEZ
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lunes, 8 de junio de 2009

domingo, 3 de mayo de 2009

Villa La Tela - Se va la segunda


El sábado 25 de Abril entregamos nuevos créditos en Villa La Tela. Esta es la segunda entrega que realizamos en este barrio que empezamos a conocer en Septiembre del 2008.
El nuevo grupo se llama “Las Milagrosas” y está compuesto por:
Susana cuyo emprendimiento es para hacer y vender comida; María Inés vendedora de posters y accesorios; Elsa quien usará el microcrédito para ampliar su almacén; María Carmen con su emprendimiento de confección y venta de bolsas de papel para carbón y Sonia que ampliará
su negocio para vender pollos y gaseosas.
Como siempre es una alegría para nosotros empezar una nueva etapa con Las Milagrosas y esperamos que sus emprendimientos las ayuden en su deseo de salir adelante y estar mejor.

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La Sabrosona del mes

Daniela, con sus pocos años de edad, es parte del tercer grupo de emprendedoras, ella es mamá de Abril de dos añitos y de Damián de unos pocos meses de vida. En su momento pidió el microcrédito para vender productos de limpieza, pero debido a su forma de cobro (fiado) no tuvo éxito, igualmente siguió intentando otros negocios, hoy tiene una verdulería con su papa. Brevemente nos contó:

¿Te sirvió el microcrédito? ¿En qué aspectos?
Me sirvió de mucho, porque en la época que me lo entregaron yo estaba embarazada, mi marido sin trabajo, y la Abril (de 2 años) estaba enferma.

¿Para qué pediste el microcrédito?
Para comprar artículos de limpieza sueltos; pero fie y me vine abajo… y no pude cobrar, encima a las que les fie se fueron de la villa. Después traje cosas de plástico que compraba en Colombraro, pero vendí 4 ó 5, pero eran muy caras, al final yo no les ganaba nada, si contaba los cospeles no me quedaba nada. Después quise traer pañales para venderlos sueltos, pero al final no los traje. Y ahora volví con las cosas de limpieza sueltas; ahora voy a traer también broches y esponjas de alambre.

¿Cómo tomó tu familia y tu marido el haber recibido un préstamo?
Cuando comencé con las primeras reuniones no estaba con él, éramos novios. Pero cuando ya recibí el crédito fue que nos juntamos. Él trabaja por ahora cuidando autos, pero está por entrar en un bar, y lo van a poner en blanco.

¿Qué te pareció la metodología de la Fundación?
A veces decía.. ohh tengo que ir hasta alla… no me daban ganas, pero bueno. Ahora quiero devolver el préstamo, aunque no sé como vamos a hacer con la renovación porque no todas están devolviendo. Al grupo lo veo muy mal, porque unas van y otras no. Y no sé que haría para volvernos a juntar.

¿En que sentís que tus asesores (Emiko y Haruko) te ayudan o pueden ayudar?
En volver a empezar, ellas me dan aliento. La semana pasada Haruko me dijo que se alegraba que hubiera comenzado de nuevo, eso me hizo muy bien, en cambio mi marido me decía que para qué iba a comenzar de nuevo, que ya me había clavado una vez, y que iba a pasarme de nuevo.

¿Que te gustaría de acá a 5 años?
Me gustaría poder tener un negocio más grande, y fuera de la villa, para poder vender yo a los negocios más chicos, aunque tiene muchos gastos, impuestos, empleados, todo...

¿Qué creés que te hace falta para lograr eso?
La plata.


Qué opina...


QUÉ ES LO QUE PENSAMOS CUANDO HACEMOS LO QUE HACEMOS

Sucede frecuentemente que una vez avocados a la tarea olvidamos lo que hay detrás, lo que nos llevó a decidir una acción, un camino, un medio y no otros que también se nos ofrecían como posibilidad. En las líneas que siguen me propongo retomar algunas reflexiones de los primeros tiempos que hoy forman parte de lo que somos, aunque a veces tan tácitamente que pecamos de omisión.
Se habla mucho de la pobreza y de los pobres pero, tanto individual como colectivamente, se hace bastante poco. En el día a día, los pobres son ignorados mientras caminan por la calle o tratados con desconfianza y distancia asumiendo como regla que el pobre roba o, aún más, adhiriendoa la difundida versión según la cuál se es pobre porque así se quiere ser, porque es más fácil y cómodo vivir de la ayuda social.
Se dice mucho acerca de la estigmatización de los pobres pero se incurre en ella con facilidad perdiendo de vista que ladrones y vagos podemos encontrar en todos los estratos sociales -como también honestos y trabajadores- y que en situaciones de vulnerabilidad las oportunidades no sobran.
Cuando ofrecemos microcréditos a madres pobres, proponemos pasar de la indiferencia al encuentro para conocer el sueño que acarician y por el que están dispuestas a luchar; para saber qué trabajo elegirían si pudieran y cómo les gustaría vivir; para, finalmente, perseguir junto a ellas ese sueño. La idea de un microcrédito irrumpe en su realidad, rompe con la continuidad de las propuestas habituales de su ambiente y se constituye en un desafío, que no es para todas, porque es hacerse cargo de una idea, es asumir una responsabilidad sobre algo por propia decisión -como dueña y no como empleada-; porque va en contra de las representaciones simbólicas respecto de los pobres e incluso en contra de las representaciones que los pobres tienen de sí mismos; porque es un paso que se necesita dar.
Se aprende lo que se vive dice la sabiduría popular. Cuando elegimos madres como beneficiarias de los microcréditos, lo hacemos porque pretendemos ayudar a que los niños aprendan -viendo trabajar a sus madres- el valor del trabajo y sea ese el ejemplo que imiten y no aquel que pueden encontrar deambulando tardes enteras por ahí. No porque en la calle no puedan aprenderse también cosas buenas sino porque valoramos los vínculos familiares y la presencia de los padres en la educación de los hijos, para que éstos puedan formar un criterio respecto de lo que la calle y la vida les ofreceny desde ese criterio, discernir. Dar oportunidades solo a mujeres es una pequeña revolución al interior de ese núcleo social y permite a estas mujeres plantear una relación diferente con sus cónyuges y sus hijos, con sus vecinas y con la sociedad en general; de eso lo que nos interesa no es promover la seguridad basada en el dinero sino que se pongan en contacto con todo lo que ellas son y se descubran capaces de transformar su realidad y perciban que las relaciones pueden ser diferentes, pueden planearse en otros términos.
Cuando procuramos mediar entre quien tiene el dinero y quien lo necesita, entre quien lo devuelve hoy y quien lo pedirá mañana y lo hacemos sin lucro alguno o cuando revisamos con la emprendedora el potencial de su proyecto, o las salidas ante las dificultades que se van presentando como si se tratara de nuestro propio negocio, lo hacemos porque nos gustaría que entre esos criterios que recibirán sus niños y en esos nuevos términos en sus relaciones, se destaquen la confianza y la capacidad de valorar al otro por lo que es.
En contra del énfasis generalmente puesto en la imposibilidad del cambio, creemos que es ésta una forma de empezar a modificar las estructuras y representaciones en las que estamos inmersos, de fisurarlas al menos.
El microcrédito no es “la” solución al grave problema de la pobreza en Argentina y el mundo pero preferimos intentar alguna respuesta, aunque parcial y aun sin certezas acerca del resultado, antes que esperar una panacea, porque mientras tanto muchas personas necesitan algo que les dé de comer, que les ayude a llevar una vida digna, que las anime a seguir luchando sin desesperar.
El microcrédito es, en definitiva, una excusa para mucho más.
Iriana Ferreyra
Lic. en Ciencias Políticas

miércoles, 11 de marzo de 2009

Vengan y Vean

“Porque podemos” fue la respuesta ante la pregunta que nos hizo Belén desde un programa radial de por que llevábamos adelante esta iniciativa de la fundación y los microcréditos. Porque está a nuestro alcance, porque tenemos las herramientas necesarias, porque tenemos confianza en el equipo que formamos, porque creemos en el instrumento particular que es el microcrédito como medio de promoción humana, porque hicimos los contactos y amigos para llevar adelante la propuesta, porque nuestros deseos se encaminan en la misma dirección.
No hace falta que la propuesta sea novedosa para brindarnos a los demás, de hecho los microcréditos se aplican hace más de 30 años. Solo hace falta estar dispuestos a reconocer lo que está a nuestro alcance y a tomar la iniciativa, sin dejar de lado el motor de toda propuesta que es nuestro sueño inicial.
Queremos agradecer a Radio María, en particular al programa “Vengan y Vean” conducido por Adriana Gile y Juan José Santander, por darnos la oportunidad de trasmitir nuestra propuesta a través de este medio el día Viernes 27 de febrero.


www.radiomaria.org.ar
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La grandiosa del mes: CHICHI


Chichí es madre, esposa, ama de casa y ahora trabaja vendiendo ropa a partir de que se sumó a la fundación hace unos meses.
Este último tiempo ha sido difícil para ella, tanto en lo personal, como en lo laboral y nuevamente se ve luchando para que las ventas de su ropa le alcancen para todo lo que necesita. Charlamos con ella y esto fue lo que nos contó:

¿Cómo llegaste a la fundación?
Me enteré por mi cuñada y mi suegra. Me iban diciendo que habían venidos chicos para hacer un préstamo de un emprendimiento y bueno... Al principio no me gustó porque no sabía si tenía para devolverlo o no, el tema de la plata... Pero después me metí y me fue bien, por lo menos... hasta donde tuve que vender, hasta donde pude vender me salió bien todo, ahora...está difícil.

¿Te ha servido de algo todo esto? ¿Cumplió tus expectativas, te ayuda en tu casa?
Si, si... me ha cambiado para mejor gracias a Dios... estoy de diez.

¿Y cómo anda tu grupo, cómo se llevan con las otras mujeres?
Anda bien. Con las chicas nos llevamos re bien y espectacularmente y no hay ningún problema entre ninguna. El grupo se lleva bien.

¿Tu familia qué piensa de todo esto, te apoya?
Si, el me dijo que si yo no tenía para devolver él (su marido) me iba a prestar con lo que hacía de las changuitas en el carro, él me iba a dar para que yo devuelva y así pueda renovar por otro crédito.

¿Cómo tomaron que vos empezaras a trabajar? Al principio nos contaste que a tu marido no le gustaba mucho la idea de que empezaras a trabajar...
Ah si! pero después se le fue... y ahora me apoya (risas)! Era un momento de shock que le agarró nomás, dudas...pero ya se le pasó.

¿Y qué te parece nuestro trabajo acá, como trabajamos...?
Ustedes re bien...lo que hacen, lo hacen para hacer bien, no me parece que tienen que mejorar nada...

¿Qué te gustaría lograr con todo esto, cuáles son tus expectativas? ¿Te gustaría renovar para seguir vendiendo ropa o hacer otra cosa?
Si me gustaría vender más ropa y darle todo lo que no le puedo dar a mi hijo...

Solamente le pido a Dios que salga todo bien, que empecemos a progresar de nuevo...eso es lo único que quiero.

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Que opina...

Viajeros del mundo


Los viajeros del mundo somos buscadores cuando emprendemos el camino… largo… lejos… Salimos con lupa procurando algo que no tenemos bien definido… encontramos más de lo que imaginamos.

Cosas mágicas y también evolucionadas, blancas y negras… grandes y pequeñas… agradables y terribles… en definitiva, contrastes que están presentes en cualquier parte de la tierra y en cualquier persona más allá de su idiosincrasia cultural.

Ni la distancia, ni los husos horarios modifican aquello que vinimos a mutar… simplemente descubrimos, nos encontramos… y la búsqueda nunca acaba, sino que se convierte en un estilo de vida permanente en el aquí y el ahora. Asentamos y fortalecemos nuestras raíces, nuestros principios, nuestros valores. Nuestra casa es nuestra en cualquier parte.

La hipocresía, la mediocridad, la cobardía, la intolerancia, el egoísmo siguen siendo los mismos. Afortunadamente la libertad, la integridad, la solidaridad, la generosidad también siguen siendo lo mismo. Desde esta parte del globo nada se ve distinto, ¡pero todo tiene valor agregado!

Mi lugar sigue siendo tan grande y tan rico. Las personas seguimos siendo las mismas y el sur puede ser el norte y occidente puede ser oriente. Nada cambia, sino nosotros que recorremos el mundo y seguimos confirmando que somos grandes en todas partes, con cualquier emprendimiento que nos propongamos.

Natalia Bressan

Desde NZ, marzo de 2009

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jueves, 12 de febrero de 2009

Qué opina...

Ayudar aprendiendo

El ser humano tiene la capacidad de aprender a través de la experiencia de otra persona. Es decir, no es necesario que todos cometamos los mismos errores para aprender de un acontecimiento. Con que una persona lo haga y adquiera experiencia, luego a través de nuestra comunicación, se puede transmitir esa experiencia y ese saber.

Cuando empezamos este proyecto que hoy tiene como nombre Río Suena planificamos muchas actividades para hacer y tener en cuenta. Hoy lo seguimos haciendo. Una de las cosas que pensamos como fundamentales para la fundación era que los voluntarios,en su mayoría, fueran estudiantes universitarios. Esto lo pensamos por varias razones, porque los jóvenes tienen mejor adaptación al cambio, porque al ser universitarios tienen una formación que mejoraría las actividades y la más importante, para que la fundación sirva a que los nuevos profesionales tengan o puedan tener una formación más completa desde la solidaridad, desde la ayuda al prójimo y desde conocer otras realidades.

Con el tiempo de cumplir con las actividades, de ir sábado tras sábado a una villa de emergencia o villa miseria o como lo quieran llamar, me fui dando cuenta que, más que completar nuestra formación como universitarios, había que aprender a ayudar. Y para aprender a ayudar hacen falta varias cosas.
Puntualmente voy a hablar de dos cosas que, creo, son las más importantes. La primera, es aprender cuáles son las verdaderas necesidades de las personas a las que queremos ayudar y, como en todo proceso de aprendizaje, en segundo lugar es necesaria una buena dosis de humildad en lo que se emprenda.

Para aprender a ayudar hacen falta estas dos cosas porque reconocer “verdaderamente lo que otra persona necesita” es lo contrario a “lo que nosotros pensamos que otra persona necesita”. Y hace falta humildad porque siempre es necesario saber retroceder en las decisiones y admitir que uno se ha equivocado. Y más humildad hace falta aún para corregir lo que uno ha empezado. Por esto, muchas veces empezamos proyectos y es inevitable que sean fracasos o generen desilusiones en las personas que los llevan adelante. Desilusiones del tipo: “esa gente... son unos desagradecidos”. Por eso, hace falta humildad para saber que nuestras pretensiones o nuestro proyecto, por más esfuerzo que hayamos puesto en él, puede estar equivocadamente planteado y necesita ser corregido.

Sin el consentimiento del beneficiado es muy difícil que podamos determinar correctamente lo que se necesita. No se puede ayudar a “alguien” en “algo” que no quiera se ayudado y menos en algo que no necesita. A su vez, para buscar este consentimiento es fundamental un verdadero acercamiento a la persona. Un sincero acercamiento, sin segundas intenciones. Y sacrificio, o por lo menos estar dispuesto a hacer lo que otra persona necesita. Eso es realmente ayudar. Ayudar es en esta forma entregarse a la necesidad del otro.

Lo importante no es “ayudar aprendiendo”, completar la formación profesional con actividades de solidaridad, sino que lo importante es aprender a ayudar.

Yo espero alguna vez poder lograrlo.

Franco Suau

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La Grandiosa del mes: Claudia

Claudia es una de las cinco integrantes del grupo "Las Grandiosas". Desde Octubre del 2008 es la flamante dueña de un negocio de venta de productos de limpieza que de a poco va creciendo. Nuestra Grandiosa lleva adelante este pequeño sueño no solamente con su esfuerzo, sino con el apoyo de su familia también quienes la ayudan a no bajar los brazos.
Hace unos días la entrevistamos y esto fue lo que nos dijo:

¿Cómo empezaste con el microcrédito? ¿Qué te hizo acercarte a nosotros?
Por medio de otras personas me enteré. Me enteré que habían sacado microcrédito y me enteré cómo era la cuestión.
Quería poner un negocio para empezar yo a trabajar de alguna forma, dentro de la casa.

Y ¿porqué elegiste la fundación?¿Se ajustaba a lo que estabas buscando?
Es que era algo que te daba un préstamo, o algo, para iniciarte en una actividad sin necesitar garantías o todo lo que te piden en otro lado, fué lo que me hizo acercarme. O sea hoy en día tenés que tener recibo de sueldo, miles de garantes que te den una mano cuando vos querés empezar de cero, cuando vos querés empezar con algo. Ustedes tuvieron confianza en nosotras y eso es lo que valoro.

¿Y qué te pareció la metodología, el tema de armar los grupos, de ir armando planillas?
Los grupos son buenos, lo único que tiene es que si una no paga las perjudica a las otras y viste como que una por ahi se esmera en cumplir en seguir con su negocio y por terceros se arruina no pudiendo volver a renovar para agrandar. Y como que una se bajonea por causa de las otras que no dan la cara...

¿Y cómo va el grupo Las Grandiosas?
¡El de nosotras va bien! Por suerte va bien... Por lo menos nosotras vamos bien...

Desde que empezaste a trabajar, empezaste tu emprendimiento, ¿cómo cambió tu vida, tus cosas?
Me alcanza más el dinero (risas), ¡primero que nada! Me manejo ya de otra forma porque tengo otra entrada, para ayudar en casa, para comprar alguna cosa de urgencia. Por ahí no tenemos para la comida y uso la plata del emprendimiento y después la repone mi esposo. El emprendimiento me dio una mano bárbara. Aparte me ayuda a mi autoestima, sentirte útil en algo y ayudar en casa...

Y ¿cómo va tu negocio?
Va bien, renegando por ahí, pero va bien, no hay que bajar los brazos. Sino vos te bajoneas y cerrás... yo tuve una semana que estaba vacío, ya no había plata viste y tuve que volver a empezar. Pero era cuestion de ponerse una meta y decir, sí puedo y quiero vender más cosas y ponerle más cosas y no bajonearse.

¿Tu familia que piensa de todo esto, te ha apoyado?
Si, mi esposo me apoya, es más cuando el puede me da plata para comprarme alguna otra cosita, tengo apoyo de él, porque ve que es una ayuda más en casa y que me hace bien a mi, despejarme...

Muchas gracias Claudia!