lunes, 3 de noviembre de 2008

Qué Opina...

Soy fogosa. Necesito ver las cosas funcionando aunque sea poco a poco, una vez que salta la chispa de la idea. En agosto de 2007 Río Suena me parecía una nebulosa, preciosa y acertada, pero no la veía. En octubre de 2008 ya ha otorgado microcréditos y sigue aumentando su labor.

A mi me gusta pensar y lo creo, que todo está conectado. No conozco personalmente a Mohamed Yunus, el banquero de los pobres, ni a la mayoría de los chicos y chicas de la Fundación. Sin embargo, ¿qué maravillosa mecánica nos lleva a unirnos por lazos invisibles de solidaridad, esperanza y buen hacer? La llamaré, con vuestro permiso, la mecánica ética.

Busco en el Diccionario de Filosofía de Bolsillo 1 la letra “e”, ¡y todo está conectado! Porque después de algunas entradas que no vienen a cuento, encuentro (…) empirismo, entelequia, entendimiento, (…) es-debe, esencia, espacio, (…), existencia, exterior. Aburriría al respetable si utilizo la palabrería ilustrada, estamos entre amigos.

Pero a mi me emociona y me cosquillea que, como si fuera una madeja enredada, tiro de ética y salen el empirismo o lo que es igual, la experiencia, el hacer o el accionar para buscar la perfección, que es lo que significa entelequia. ¿Y porqué? Porque el entendimiento nos dice que las cosas pueden ser como queramos, no solamente como son, sino como deben ser. Porque la esencia de nuestra corta vida no puede ser sino ayudar infatigablemente, hasta donde podamos, en este espacio barrial conectado con otros semejantes que forman algo más perdurable.
Pero sigamos bajito por la existencia, que es la que Río Suena intenta cambiar a través de las mujeres, haciéndolas salir al exterior de ellas mismas, abandonando el refugio seguro del victimismo, el del machismo o el del desencanto. Ellas pueden hacer su vida y Río Suena y sus amigos, colaboradores y simpatizantes animamos en esta tarea inmensa de de decir ¡basta! a ser la segunda y castigada fila, ¡basta! a no decidir, ¡basta! a esperar las sobras de los negociados que las excluyen.

Hace unos días volví a ver la película “El jardinero fiel” de Fernando Meirelles. Otra vez salió allí, en forma de diálogo, la idea que sustenta el microcrédito: las mujeres dedican sus bienes al bienestar y el progreso familiar, a repartir, a compartir y a cuidar que algo llegue a todos los que están a su cargo. Por eso creí en Río Suena desde que la conocí embrionaria y acepto sus tiempos cargados de razón.
Río Suena hace posible que las palabras del diccionario sean reales y no de película.

Pilar del Canto Pérez
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